Papelería Goya. La Meca del Rotulador

Rotulador, marcador, plumón, fibra… La riqueza de la lengua castellana recoge diferentes acepciones para designar este producto dependiendo del punto geográfico en el que nos encontremos. Para nosotros, “rotulador”, se ha convertido en un icono que abarca infinitas posibilidades, tanto de usos como de expresión artística.

Ideado en 1910 por Lee Newman como un simple tubo relleno de tinta que se dirigía a una punta de fieltro y perfeccionado como el rotulador moderno actual por el japonés Yukio Horie en 1962, esta pieza ha evolucionado hacia utilidades muy diversas, tanto para el ámbito doméstico como para el profesional, siendo cada vez más apreciada para la elaboración de obra artística.

En 1963 comenzaron a comercializarse los primeros rotuladores de punta de fibra por la marca Pentel y los avances continuaron con el primer rotulador de bola en 1973 o el de punta de cerámica en 1981 también por parte de esta misma empresa.

Ahora son muchas las marcas que se dedican a la fabricación de rotuladores, siendo un producto común en nuestro uso diario, pero a finales de los años 80 tener un rotulador Pilot en clase te hacia ser especial.

En Goya damos gran valor a este producto, siendo grandes especialistas en todas sus versiones actuales. Los años de aprendizaje y colaboración con diferentes sectores especializados como calígrafos, rotulistas, dibujantes de comic y manga, muralistas, e ilustradores, nos han hecho apreciar y amar este pequeño articulo.

Esta continua evolución que han experimentado los rotuladores, ha hecho que dispongamos de un amplio abanico de aplicaciones que vamos a intentar resumir en las siguientes líneas.

Rotuladores de tinta de gel como los de Pentel o Pilot anteriormente mencionados, de tinta fluorescente, permanentes de Staedtler o Edding o de colores como carioca, Edding 1200 o Stabilo son clásicos que podemos ver en cualquier hogar, escuela o centro de trabajo. Sin olvidar los más técnicos como estilógrafos o rapidógrafos que dieron fama a la marca Rotring, ya que sustituyeron a los engorrosos tiralíneas y la tinta china. Estos han derivado hoy en día en los rotuladores calibrados que resultan más económicos. También cabe destacar los rotuladores borrables para pizarra blanca o tiza liquida para verdes y negras, que supusieron una gran revolución en las aulas y congresos.

El amplio mundo del rotulador está destinado a usos muy diversos como la industria, con rotuladores de bases oleosas para el marcaje de piezas, o la seguridad, con tintas invisibles pero fluorescentes bajo luz ultravioleta o con sustancias químicas para la detección de billetes falsos. Pero la mayor evolución la ha experimentado su amplio abanico (metalizados, multisoporte, textiles…) para trabajos artísticos o de manualidades.

Los rotuladores que han cobrado gran protagonismo últimamente son los de punta pincel. Los más conocidos son los Tombow ABT o Fudenosuke, pero hay otras marcas como Koi de Sakura , Ecoline o Abrecht Dürer de Faber Castell. Estos marcadores no solo son apreciados para hacer letras bonitas, si no que ilustradores, dibujantes de comic y manga, aprecian las virtudes que ofrecen. Sus puntas pincel, facilitan una gran diversidad de trazos y su tinta a base de agua permiten que se puedan acuarelar, consiguiendo de esta manera efectos y matices a los que antes solo podíamos llegar con ayuda de un pincel.

Este tipo de rotuladores se merecen un artículo propio para hablar de ellos. Pero esto será más adelante en la publicación (Lettering: escribir con estilo o dibujar letras con arte)

Otra de las versiones de excelente calidad, son los rotuladores de base de alcohol. Ideales para diseño ilustración, decoración de interiores, arquitectura o diseño de moda. Marcas como Copic, Promarker de Winsor & Newton, hacen que sus tintas altamente pigmentadas sean la opción elegida por todos estos profesionales para elaborar sus proyectos.

Estos rotuladores funcionan de manera excepcional sobre papeles satinados como los Bristol o couche, ya que es sobre estos papeles con poco poro donde estos rotuladores nos aportan los acabados más interesantes.

Por último, más relacionados con la actividad artística, tenemos los rotuladores acrílicos. Estos rotuladores, de las marcas Amsterdam o Liquitex, contienen el mismo tipo de pintura que los tubos, con sus mismas características de luminosidad, opacidad o transparencia y ayudan a trazar líneas y efectos que serian complicados con otro tipo de herramientas como pinceles o espátulas.

Dentro de esta misma gama, aunque no exactamente acrílicos, son los rotuladores Posca. Un rotulador extremadamente eficaz para multitud de usos y adecuado para casi todas las superficies. Su tinta opaca a base de agua, hace que sea perfecto para papel, piedras, cerámica y la realización de graffitis o murales.

En Goya consideramos este producto como la “joya” que es, e incorporamos novedades continuamente. Es por ello, como bien dicen nuestros clientes, que Goya es la Meca del rotulador.